Porque antes de tejer, viene toda la fase preparatoria de trabajar los puntos y los diseños. Este trabajo se llama muestreo.
Centrarse en esta profesión poco conocida, que se ha vuelto rara y, sin embargo, esencial para la creación de una línea de prendas de punto diferenciadas y de calidad.
El ADN de nuestra Casa nos obliga a tener bajo nuestros pies una flota de 24 telares, que funcionan durante todo el año, gestionados por un equipo de 5 tejedores.
Pero al comenzar a tejer, primero está el muestreo. Hervé y Fred, nuestros 2 samplers, tienen la misión de analizar y modelar las ideas de Jacquard y puntadas de los estilistas y patronistas, en software de programación. La idea: transcribir los dibujos en papel de los diseñadores de tejido a un lenguaje informático para obtener resultados óptimos en los paneles, una vez tejidos.
Los muestreadores también tienen la misión de desarrollar nuevos puntos y nuevos puntos de tejido con una selección de hilos adecuados, que pueden sugerir a los estilistas y a nuestro director de colección, para desarrollar nuestras colecciones y nuestra oferta de productos.
Después de transmitir los diseños de los estilistas a Hervé y Fred, siguen varias horas de trabajo, consultas con los equipos de estilo y ajustes para crear el diseño perfecto en el ordenador.
Una vez finalizado el programa, lo probarán en su máquina de tejer personal para ajustar el resultado final del panel, antes de que Séverine, nuestra directora de colección, y los estilistas lo validen.
Posteriormente, los programas creados se transmiten al equipo de tejedores y, en particular, a Martial, nuestro jefe de taller, para la realización de los modelos de la colección.
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